Flores que no fueron

Flores que no fueron supuso la toma a tierra cuando la autora perdió a su hijo a los pocos días de nacer. Es un relato autobiográfico que habla de la pérdida, el dolor y también de la esperanza.

Todos los beneficios obtenidos por este libro irán destinados a la investigación sobre el sarcoma prenatal de Ewing.

A pesar de no saber si quería compartir esta historia con el mundo o no, me decidí a hacerlo el día que recibí una llamada del hospital. Me decían que se había aprobado una investigación en la que estudiarían a fondo el tumor que tuvo Elías. Entonces comprendí que podía poner mi granito de arena si publicaba este libro y donaba todos sus beneficios a la investigación.

Me puse manos a la obra y poco tiempo después la editorial Munyx se ofreció a editarlo de forma completamente altruista. Su equipo hizo un trabajo impecable. Además, se me ocurrió que sería buena idea llenar el libro de flores hechas por otras personas, así que hice un llamamiento en las redes sociales y enseguida obtuve la respuesta: más de treinta flores llegaron a mi bandeja de entrada y pronto formaron parte de este proyecto. Este libro también es de ellos.